En esta entrada personal, (hace tiempos que no hacía una), voy a comentar de lo fugaz que es la vida e inesperada.
El día domingo pasado, a las 3h00 am, falleció mi abuelo después de ser desahuciado hace 4 meses, de un cáncer terminal en el hígado que terminó con su vida. A pesar de que yo y toda mi familia ya lo sabíamos, siempre uno guarda la más mínima gota de fé y esperanza en sus adentros de un posible milagro y recuperación, pero a veces nos olvidamos que tenemos a mi peor rival, al que más odio de todos y ha sido mi calvario de toda la vida, el tiempo.
Aunque uno trata de hacer aguantar lo más posible el tiempo que se tiene, y aprovecharlo al máximo, a veces no alcanza para poder hacer lo que queremos o tenemos planeado hacer. Después de la muerte de mi abuelo, (el hombre que me crió desde niño y encaminó mi vida siguiendo el rumbo que ahora sigue y al que podría llamar papá), pensé, "Por qué no le dije lo que tenía que decirle pese a que tuve 4 meses para hacerlo", según yo sí lo había hecho, pero cuando llega la compañera del tiempo, más conocida como muerte, uno realmente piensa muchas cosas y surgen nuevas ideas o cosas que te arrepientes no haber dicho en el momento que pudiste hacerlo.
Así es la vida, y es cierto vívanla como si fuera el último día, gocen el tiempo como que fuera el último segundo que viven, pues el tiempo nos envejece y la muerte nos acecha, independientemente del género, edad, situación social, etc. que tengamos.
Sé que podemos tener muchas cosas ahora, que querramos decir a cualquier amigo, familiar, conocido, o ser querido, digámoslas ahora que están en vida, puede ser que llegue el día de mañana y no las podamos decir, así de simple, no nos dejemos burlar del tiempo, aprovechémoslo, para que cuando nos toque a nosotros la visita de la muerte no nos sintamos arrepentidos de nada ni frustrados por nada.
Aprovechemos el tiempo para decir lo que queremos, a quien queremos, el viaje que siempre quisimos, estar en contacto con las personas que no vemos hace tiempo, porque así como el tiempo y la muerte te pueden dar el tiempo para hacerlo, como a mi abuelo, puede no hacerlo, tal y como pasa en los accidentes de tránsito.
Así es como es tarde o temprano me tocará a mí, y estoy conciente de ello.
Esta entrada se la dedico a mi abuelo, por haberme regalado estos maravillosos 22 años junto a él.
Espero no haberles confundido con esta entrada personal, pero me hace tiempo que me faltaba escribir una, gracias a todos mis lectores por leer geek marketing life.
El día domingo pasado, a las 3h00 am, falleció mi abuelo después de ser desahuciado hace 4 meses, de un cáncer terminal en el hígado que terminó con su vida. A pesar de que yo y toda mi familia ya lo sabíamos, siempre uno guarda la más mínima gota de fé y esperanza en sus adentros de un posible milagro y recuperación, pero a veces nos olvidamos que tenemos a mi peor rival, al que más odio de todos y ha sido mi calvario de toda la vida, el tiempo.
Aunque uno trata de hacer aguantar lo más posible el tiempo que se tiene, y aprovecharlo al máximo, a veces no alcanza para poder hacer lo que queremos o tenemos planeado hacer. Después de la muerte de mi abuelo, (el hombre que me crió desde niño y encaminó mi vida siguiendo el rumbo que ahora sigue y al que podría llamar papá), pensé, "Por qué no le dije lo que tenía que decirle pese a que tuve 4 meses para hacerlo", según yo sí lo había hecho, pero cuando llega la compañera del tiempo, más conocida como muerte, uno realmente piensa muchas cosas y surgen nuevas ideas o cosas que te arrepientes no haber dicho en el momento que pudiste hacerlo.
Así es la vida, y es cierto vívanla como si fuera el último día, gocen el tiempo como que fuera el último segundo que viven, pues el tiempo nos envejece y la muerte nos acecha, independientemente del género, edad, situación social, etc. que tengamos.
Sé que podemos tener muchas cosas ahora, que querramos decir a cualquier amigo, familiar, conocido, o ser querido, digámoslas ahora que están en vida, puede ser que llegue el día de mañana y no las podamos decir, así de simple, no nos dejemos burlar del tiempo, aprovechémoslo, para que cuando nos toque a nosotros la visita de la muerte no nos sintamos arrepentidos de nada ni frustrados por nada.
Aprovechemos el tiempo para decir lo que queremos, a quien queremos, el viaje que siempre quisimos, estar en contacto con las personas que no vemos hace tiempo, porque así como el tiempo y la muerte te pueden dar el tiempo para hacerlo, como a mi abuelo, puede no hacerlo, tal y como pasa en los accidentes de tránsito.
Así es como es tarde o temprano me tocará a mí, y estoy conciente de ello.
Esta entrada se la dedico a mi abuelo, por haberme regalado estos maravillosos 22 años junto a él.
Espero no haberles confundido con esta entrada personal, pero me hace tiempo que me faltaba escribir una, gracias a todos mis lectores por leer geek marketing life.
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